Durante el partido de Roland Garros entre el francés Gael Monfils y el alemán Jan Lennard Struff se produjo una jugada bastante llamativa.
Cuando disputaban un punto, el jugador galo tuvo que realizar una acrobacia para intentar salvar la pelota. El tenista debió exigirse al máximo que literalmente 'voló' para llegar a la pelota.
Desafortunadamente, para él, no pudo darle de lleno y finalmente envió afuera su defensa.