Nada mejor para el Masters de Londres que una primera jornada con doble venganza en el Grupo B, con el suizo Roger Federer saboreando el placer de la victoria ante el canadiense Milos Raonic y el japonés Kei Nishikori ganando por primera vez al británico Andy Murray.
Federer, ganador de este torneo en seis ocasiones, tenía una espina clavada contra Raonic, el primer canadiense nacido en los noventa que juega un Masters.
Aunque el suizo no quiere hablar de sus oportunidades, reales, de acabar como número uno del mundo, sabe que no solo depende de sus posibilidades.
Antes, Kei Nishikori, uno de los tres novatos este año, junto con Raonic y el croata Marin Cilic, se impuso al británico Andy Murray, quinto favorito, por 6-4 y 6-4 en menos de dos horas, para ganar por primera vez en cuatro encuentros a Murray. Otra venganza el mismo día.
Tres veces semifinalista del torneo, Murray se vio desbordado ante la velocidad de piernas de Nishikori, primer asiático en disputar un Masters.
El escocés, que había superado al nipón en las tres ocasiones previas en las que se habían enfrentado, la última en 2013 y todas sobre pista dura, sufrió una dura derrota que dejó helados a los 20.000 espectadores que acudieron al partido inaugural de este año.
El público dedicó a Murray una calurosa recepción en el O2 Arena, porque se trataba de la primera aparición del jugador en Reino Unidos desde Wimbledon.
'Es duro clasificarse (para las semifinales) cuando pierdes tu primer encuentro. Eso está claro', reflexionó Andy. 'Pero a diferencia de otros torneos, siempre tienes una oportunidad de lograrlo. Si no fuera aquí, ya estaría fuera del torneo. Hay que olvidar lo que ha pasado hoy, trabajar en algunas cosas mañana y ojalá pueda jugar mejor el próximo día', destacó.
Fuente: EFE