La karateca Alexandra Grande ganó el oro en Toronto 2015 y la plata en Guadalajara 2011. (GEC)
La karateca Alexandra Grande ganó el oro en Toronto 2015 y la plata en Guadalajara 2011. (GEC)

La deportista, , es de barrio, tiene las metas claras y un talento innato para el karate. Es nuestra bicampeona panamericana de Karate, en la modalidad de Kumite, y ha acumulado más de 30 medallas a lo largo de su carrera profesional. A pocos días de inaugurarse los -donde nos representará- Grande conversó con El Bocón y contó pasajes de su vida familiar y su trayectoria como deportista de élite.

SUS INICIOS

“Creo que desde el vientre de mi madre yo ya era deportista. Se podría decir que había nacido con esa genética porque mi mamá perteneció a la selección de karate y mi padre practicaba Kung-fu, es decir, vengo de personas de artes marciales”, señala Alexandra de 31 años.

Nació en el distrito de Breña pero creció en San Martín de Porres, donde lanzó sus primeros puños en la academia de karate de su madre. “Cuando tenía 3 años me metía corriendo a la clase de mi mamá, hacía unos puñitos y luego salía, sostiene. La decisión de practicar este arte marcial llegó a los siete años de edad, después de haber realizado ballet y gimnasia. “Mis padres nunca me obligaron a practicar el deporte, ellos esperaron a que yo decidiera, ellos siempre me apoyaron al 100%”, agrega ‘Ale’, como la llama su entorno más cercano.

— ¿Siempre tuviste en mente competir con el karate o fue algo que sucedió con el pasar de los años?

— De pequeños solemos tomarlo como un hobby. En mi caso siempre fui una deportista muy disciplinada. Desde pequeña siempre decía lo que quería lograr y gracias a Dios he logrado todo lo que he querido de pequeña. Cuando era niña muchos entrenadores le decían a mi madre que iba a alcanzar muchas cosas con el deporte. Decían que tenía una impresionante capacidad y talento.

Como en todo deporte, no solo basta con tener talento, sino también invertir en horas de entrenamientos para mejorar la técnica y hacer sacrificios. “Dejaba de hacer lo que un joven normal puede hacer: salir o reunirse con sus amigos un fin de semana, levantarme a las 5 de la mañana para tomar mi carro e ir a entrenar y cuidar mi alimentación”.

ESTRENO Y DESPEDIDA

Este año, el karate debutará por primera vez en su historia en un cita olímpica, pero a la vez se despedirá de la misma. La disciplina fue excluida del listado de deportes para los JJ.OO. de París 2024 debido a que el Comité Organizador tomó la decisión de dar prioridad a los deportes “innovadores, creativos, que rompan con los códigos existentes y que conecten con una cultura urbana y joven”. La decisión ha desencajado a muchos deportistas en el mundo. “Me apena mucho eso. Hemos hecho bastantes cosas en redes para que sea olímpico en París pero no se pudo. Da cólera porque hay muchos jóvenes que se están iniciando en este deporte y seguramente van a querer participar en unas olimpiadas”, sostiene la bicampeona panamericana que tiene un motivo más lograr subirse al podio.

— ¿Cuál es tu máximo objetivo para Tokio 2020?

— Mis expectativas son altas para Tokio. No diré que voy a ir por las medallas porque nunca he pensado en eso, nunca voy a una competencia por una medalla sino para disfrutar, para entregar al 100% y demostrar nuevamente que voy a ser la mejor del mundo. Eso es lo que haré en las olimpiadas, como lo hago en cada evento al que voy.

Si hay algo que Alexandra agradece al karate es haberle dado las agallas y actitud para enfrentar los retos. ”Me ha dado lo mejor que tengo en la vida como deportista y persona. Me ha formado muchísimo y también me ha dado tristezas porque a veces pierdes o las cosas no te van tan bien. Siempre voy a agradecer a mis padres, al karate y a mi entrenador por la persona y la deportista que soy”, menciona.

CÁBALA

El próximo 5 de agosto Alexandra pisará el tatami (lugar de competencia de los torneos de karate) en Tokio para seguir haciendo historia. Lo más seguro es que 10 días antes no consuma carne porque ello endurece su cuerpo, le resta velocidad y potencia; y 10 minutos antes de ingresar a competir, tomará un siesta mientras sus demás oponentes se alistan para su performance. “Me dicen que soy bien relajada pero siempre he sido así, tomo las cosas tal cual soy. Otra que hago es no bañarme el mismo día de la competencia o un día antes porque el agua relaja y yo necesito estar activa. Tampoco agarro el celular ni veo las redes sociales un día antes. No sé si son cábalas pero esas cosas me ayudan”, agrega.

Antes de partir a las olimpiadas, Alexandra deja este mensaje a las nuevas generaciones: “Si se animan a ser deportistas de alto rendimiento, enfóquense al 100%, tengan sus metas claras y planifíquenlo. Si pierden una competencia sonrían y agarren lo positivo; y si ganan sean lo más humilde posible”. Además, agrega que “es importante que los padres estén ahí apoyándolos al 100% porque el deportista no anda solo. Ellos nos dan esa tranquilidad porque a veces no nos va bien y ellos tienen que estar en las buenas y en las malas”, finaliza.