Cesc Fabregas se retiró molesto del partido de Barcelona contra Levante luego de ser cambiado por Sergio Roberto.
Con Martino de espaldas, el mediocampista golpeó el techo del banquillo de suplentes antes de sentarse a ver el resto del partido con cara de pocos amigos.
"Estaba cabreado por el partido no por el cambio. Tuvimos opciones de ganar, me encontraba bien, estábamos generando peligro... fue la frustración de ver que llegábamos y no marcábamos". Dijo tras ser consultado por esta acción.