Después de una semana de denuncias, cuestionamientos y quejas, el portugués José Mourinho bajó la guardia y asumió la responsabilidad de la derrota de hoy del Real Madrid por 3-2 frente al Zaragoza. "Hoy el entrenador no ha sido capaz de motivar lo suficiente a los jugadores, que en el primer tiempo no jugaron bien. El segundo fue diferente, fue bueno, pero regalamos tres goles al adversario", aseguró hoy el técnico luso en rueda de prensa. El equipo de la capital española sufrió su segunda derrota al hilo oficial en el estadio Santiago Bernabéu y profundizó sus problemas futbolísticos actuales. Además, la derrota le dejó servido el tercer título de liga consecutivo al Barcelona, que se podrá consagrar como campeón la próxima jornada.