El árbitro Andrea di Marco decidió suspender el partido Roma-Parma de la vigésima segunda jornada del campeonato italiano al considerar que el terreno de juego era impracticable debido a las fuertes lluvias de las últimas horas.
El encuentro se paralizó a los 8 minutos del primer tiempo en el estadio Olímpico de Roma y se reanudará el 16 de febrero.
A pesar de los telones que había cubierto el terreno de juego hasta media hora ante del inicio del encuentro, el césped apareció desde el primer momento en pésimas condiciones y fue empeorando debido a la incesante lluvia.