Francisco Alarcón, o simplemente Isco, mediocentro del Real Madrid, subió este miércoles una foto en Instagram en la que aparecía comiendo con unos amigos. En la imagen, una bolsa de patatas chips con los colores del Barcelona. Luego borró la imagen y puso otra, pero fueron muchos los que interpretaron esa instantánea como un guiño a los culés.
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Tal fue la oleada de comentarios, entre algunas críticas, que pasada la medianoche, Isco respondió en redes sociales negando que vaya a firmar por los culés y afirmando que su deseo era decir que se iba a comer al eterno enemigo "con patatas" en el clásico.
Ya durante el parón de selecciones Isco salió al paso de las informaciones que decían que el Barcelona se había puesto en contacto con su entorno para sondear su fichaje. Sin embargo, todas fueron un mar de especulaciones.
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Pese a ello, se sigue apuntando a un interés blaugrana en él. Mientras, en el Santiago Bernabéu afirman que Isco renovará por una jugosa cantidad económica que podría rondar los ocho millones de euros limpios por temporada.
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El debate sobre si Isco es culé o no viene de lejos. En 2013, cuando firmó por el Real Madrid, se destapó su afición por el Barcelona en su época más juvenil. El jugador se fotografió en alguna ocasión con la zamarra blaugrana y su perro se llama Leo Messi en honor al delantero argentino.
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