Experiencia única. Roberto ‘Malingas’ Jiménez fue fichado el año 2006 por el club argentino San Lorenzo de Almagro, convirtiéndose en uno de los fichajes más importantes de aquella época para el fútbol peruano. Aquella fue su primera experiencia en el exterior, la cual le dejó más de una buena anécdota.

Desde ser dirigido por el ‘Cabezón’ Óscar Ruggeri, quien autorizo su fichaje tras haber recibido las mejores referencias de Edgardo Bauza, entrenador que lo había enfrentado en su paso por el el club Sporting Cristal, hasta tener como compañero a futuras estrellas del futbol argentino como Ezequiel Lavezzi.

En una entrevista brindada al diario OLÉ, el futbolista que debutó en Alianza Atlético de Sullana, relató la cercana relación que compartió con la ex figura del PSG y la selección albiceleste.

“¡Un personaje divino, Ezequiel! Estábamos solteros los dos y me llevaba a su casa de Rosario. De ahí nos íbamos a comer a la noche al lado del río y luego a bailar. Un levante tenía el Pocho, no le importaba nada. Iba al frente como loco. Una vez cayó a mi departamento con el Cuqui Silvera a las dos de la mañana para que fuéramos a bailar. Yo no estaba acostumbrado y volvimos como a las nueve del otro día. Una locura hermosa”, señaló Jiménez.

Al ser consultado sobre si ya desde esos años se le veía un talento natural al popular “Pocho”, quien justamente hace unos días anunció su retiro del fútbol profesional, el atacante piurano reveló que al argentino no le gustaba mucho la idea de entrenar, pero que los fines de semana demostraba toda su calidad.

“Sí, obvio, era un fenómeno. Igualmente, no le gustaba mucho entrenar “hueveaba” o se quejaba que no quería. Ahora, llegaba el domingo y era imparable, nadie se la podía sacar, volvía loco a cualquier rival”,agregó.