No es fácil lanzar nombres para buscar a los mejores técnicos que nos deja este primer torneo del año, como es el Torneo Apertura. Bastaría con mirar la tabla de posiciones, pero es necesario hacer algunas precisiones sobre el desenvolvimiento de sus equipos.
Por ejemplo, es probable que haya unanimidad en designar al comando técnico de Universitario de Deportes, como el mejor de este campeonato que llega a su fin, porque con un plantel plagado de jóvenes la “U” se hizo fuerte y logró con toda justicia ser el primero en un certamen, donde otros equipos lo superaban en presupuesto y en nombres. No hay duda que Roberto Chale y compañía se llevan los mayores elogios.
Pese a que la tabla de posiciones nos habla de un Sporting Cristal encaramado en los primeros lugares, esto no es suficiente, porque el equipo del argentino Mariano Soso, con una de las mejores plantillas no supo llenarnos los ojos con un fútbol interesante. Es una deuda que los rimenses deben saldar en el Clausura.
Similar caso es el de Roberto Mosquera frente a un grande como Alianza Lima. El técnico nacional habló de rescatar el estilo de los victorianos, pero con el paso de las fechas la promesa se convirtió en utopía, porque ese fútbol pícaro y vertical jamás asomó en el elenco blanquiazul. Esperemos que en el segundo tramo del campeonato la prédica se materialice.
Creo y sin temor a equivocarme que una mención destaca merece Gustavo Roverano, el técnico del Alianza Atlético de Sullana. Los churres con poca inversión ofrecieron un fútbol atractivo, porque siempre buscaron el arco rival y en varios cotejos llegaron a jugar bien, arrancando aplausos del respetable. Después paramos de contar, porque los demás entrenadores siguen en deuda como rimenses y victorianos. Salvo mejor parecer.
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