Iracundo, preso de la furia, cautivo del enfado por la falta de reacción de su equipo dentro del campo. Así terminó el partido el colombiano Luis Fernando Suárez, quien no soportó el momento y explotó dentro del vestuario merengue en Cajamarca.
Los ojos del entrenador, durante los últimos minutos del cotejo, reflejaron la rabia contenida por el mal momento de su plantel. Además, Grossmüller le dejó la mano estirada al momento de su cambio. Una falta de respeto.
Apenas llegó al camerino, el ‘colocho’ recriminó a sus dirigidos con ajos y cebollas tan fuertes que retumbaron las paredes del Héroes de San Ramón, y encontraron eco en el Monumental. No toleró la pasividad, el desgano de su equipo.
El momento fue tenso, si había una botella terminaba como tatuaje en el rostro de algún jugador crema. Suárez se hartó del momento amargo en el plantel, y pensaría en patear el tablero al no encontrar soluciones dentro del campo y las facciones dentro del grupo. La ‘U’ vive un terremoto.
Debido a la racha negativa y crisis de resultados en la cual se encuentra sumergido el club, barristas ‘ajustarán’ hoy al plantel en el entrenamiento, cansados de la falta de garra de los jugadores.
Asimismo, los hinchas cremas pedirán la salida de ‘Chemo’ Del Solar, director deportivo merengue, culpándolo por la paupérrima campaña del equipo en el Torneo Apertura.
Las redes sociales fueron el medio para la convocatoria. Sin embargo, algunos acudirán al aeropuerto Jorge Chávez esperando el arribo de los merengues de Cajamarca. La tensión quebró la tranquilidad.